El comunicador y analista político Manuel Cruz generó una fuerte sacudida en el debate mediático dominicano al lanzar duras críticas contra un sector de comunicadores y creadores de contenido en redes sociales, a quienes acusó de estar “enviciados” con la fama digital y la monetización, al punto de compararlos con adictos. “Estoy convencido de que en las redes sociales hay piperos del view y piperos del like“, afirmó Cruz durante su intervención matutina, en referencia a aquellos que, según él, viven obsesionados con obtener atención a cualquier precio. El término “pipero”, usado en barrios populares para describir a personas con adicción severa a las drogas como el crack, fue utilizado por Cruz como una metáfora para describir la supuesta dependencia extrema de algunos comunicadores a la viralidad digital. Cruz contextualizó su análisis citando obras filosóficas como La crisis de la narración del pensador surcoreano Byung-Chul Han y las advertencias del semiólogo italiano Umberto Eco sobre el impacto negativo de las redes sociales en la calidad del discurso público. “Las redes sociales han puesto en manos de idiotas el mismo poder de hablar que tienen los intelectuales”, citó, atribuyendo la frase a Eco. El comunicador no se limitó solo a señalar a los nuevos actores de la comunicación digital, sino que también lanzó dardos hacia figuras de los medios tradicionales que durante años, a su juicio, “se creyeron dueños de la verdad” y hoy no aceptan las críticas ni la irreverencia de las redes sociales. “Ustedes pasaron 16 años dándole leña a todo el mundo. Y ahora que les tocó a ustedes, se victimizan”, sentenció Cruz, cuestionando la falta de coherencia de algunos comunicadores que, según él, no pueden ahora exigir respeto al honor y a la dignidad que ellos mismos violentaron en el pasado sin pruebas judiciales. El analista también denunció la doble moral en la etiqueta de “bocinas”, que fue utilizada —dice— para descalificar a todo aquel que trabajara con o para gobiernos anteriores, mientras los mismos que usaban el término ahora callan frente a sus actuales aliados en el poder. Manuel Cruz cerró su intervención con una advertencia: si el país desea llamarse sociedad, debe haber filtros y límites. Reconoció que algunos contenidos y excesos deben ser respondidos incluso en los tribunales si es necesario, pero recordó que muchos de quienes hoy se quejan “también comieron mangos”, y por tanto, no están en condiciones de exigir lo que no supieron dar.