Santo Domingo – La reciente propuesta del expresidente Hipólito Mejía sobre la regularización de inmigrantes irregulares ha desatado un fuerte rechazo en varios sectores, quienes la consideran contraproducente y peligrosa para la soberanía nacional. El abogado constitucionalista José Martínez calificó la propuesta como una violación a los principios de legalidad, señalando que regularizar a personas que ingresaron al país de forma ilegal sería un mensaje equivocado. “No creo, sin haber visto la propuesta, que sea lógico en este momento y en las condiciones sociopolíticas actuales de la República Dominicana y de la situación de Haití, hablar de un plan de regularización”, expresó Martínezman. Además, alertó que tal medida podría generar nuevas olas de inmigración, enviando un mensaje a otros que se encuentran en Haití de que sería posible obtener un estatus regular en el país. Por su parte, el líder de la antigua Orden Dominicana se mostró en desacuerdo con la postura de Mejía. Consideró que aceptar una propuesta de esa naturaleza socavaría los esfuerzos del gobierno para controlar la migración irregular, especialmente cuando el presidente Luis Abinader ha intensificado las medidas de deportación y control en los hospitales. “Es muy lamentable y desacertado que, en este momento, veamos al expresidente Hipólito Mejía promover el desorden, cuando se supone que Abinader está tomando medidas para controlar la situación”, manifestó. Sectores políticos y sociales han coincidido en que premiar a personas que han violado las leyes de inmigración y la soberanía nacional con un proceso de regularización podría enviar un mensaje negativo sobre el respeto a las leyes dominicanas. El rechazo a la propuesta de regularización también ha sido respaldado por organizaciones de la sociedad civil, que advierten sobre los riesgos de una eventual normalización de la situación migratoria de personas que han ingresado al país de manera irregular. Estas entidades sostienen que, en lugar de regularizar a los inmigrantes indocumentados, se deben fortalecer las políticas migratorias existentes y garantizar que las leyes sean respetadas en su totalidad. Aseguran que esta medida podría sentar un precedente peligroso, debilitando aún más el control fronterizo y la capacidad del Estado para gestionar la migración de manera ordenada. En contraste, algunos sectores han señalado que el debate sobre la regularización debe ser considerado dentro de un enfoque más amplio que contemple la situación social y económica de Haití, así como las relaciones bilaterales entre ambos países. Sin embargo, para muchos, la propuesta de Mejía parece ser una solución a corto plazo que podría desestabilizar aún más el panorama migratorio de la región, sin abordar las causas subyacentes del fenómeno migratorio ni las dificultades que enfrenta la República Dominicana para gestionar este flujo de personas de manera efectiva.